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Envases de celulosa. Una alternativa sostenible.

El envase de los alimentos cumple varias importantes funciones: protección, comunicación, comodidad y contención.

Pero por otro lado, una vez vacío, ese envase se convierte en basura.

En los países con mayor desarrollo económico, el envase es identificado como un punto crítico en la tendencia de compra del consumidor. Crece la demanda de envases más sostenibles. Se observa un rechazo del plástico y mayor aceptación del cartón.

Por esta razón, la gran distribución y las marcas de alimentación inducen a la industria de materiales a evolucionar hacia envases más sostenibles.

El desafío de la industria frente a la demanda de envases sostenibles

Todos los agentes coinciden en que el compromiso con la sostenibilidad ha de ser un valor empresarial que se alinea con la Economía Circular, con la eficiencia energética o el propósito de reducir la huella ambiental, pero también una respuesta a las tendencias de consumo actuales.

Reducir, reutilizar, reciclar y recuperar son principios que adquieren un protagonismo creciente y que generan cambios en toda la cadena de valor del envase.

En recientes posiciones del sector de envases, como MeetingPack 2019, se perciben avances en este campo.

El rechazo social al plástico está llevando a la alternativa del cartón. Se observa como la combinación de envases de materiales celulósicos con una fina capa de film fácilmente separable se convertía en una solución eficaz para un número importante de productos. El film asegura la inocuidad del alimento, su seguridad y vida útil.

Envases de plastico descartados

Varios ejemplos de envases sostenibles

Algunas soluciones innovadoras en envases de cartón destacadas son:

Bandeja para alimentos frescos de AINIA

Un ejemplo del uso de materiales celulósicos es la bandeja para alimentos frescos presentada por AINIA cuyo material en un 90% es cartón y es 100% reciclable. Está recubierta con una fina capa de film y puede utilizarse para el envasado y conservación de carnes frescas, pescados, frutas y hortalizas, pizzas, yogures o embutidos.

Productos cárnicos de Parkside

Un envase para productos cárnicos de la empresa Parkside, que ha desarrollado un film laminado biobasado y compostable. En este caso, para el envasado al vacío en skin (VSP) de beicon curado. Es el primer pre-envasado compostable industrialmente.

Se trata de un laminado doble compuesto por celulosa y biopolímeros obtenidos de árboles fibra vegetal, con cierre hermético al vacío para alargar la vida útil del producto. El exterior es de cartón FSC 100% reciclable.

Crowd Cow

Una demonstración de cómo reformular el packaging para adaptarlo al comercio electrónico, lo presenta la empresa Crowd Cow, un e-commerce de productos cárnicos artesanales.

Todos los materiales que empleará en el envío de sus productos serán completamente compostables y biodegradables. Se podrán compostar, quemar o desintegrar en el agua de forma segura.

Universidad de Utrecht: nano papel a base de naranja

Un nuevo tipo de papel hecho de fibras de celulosa con un grosor de unos pocos nanómetros tiene el potencial de convertirse en una alternativa sostenible para los materiales de embalaje de plástico. Científicos de la Universidad de Utrecht , en los Países Bajos, desarrollaron el material totalmente de base biológica junto con Unilever y la Universidad de Amsterdam.

Podría ser una solución para el envasado sostenible de frutas y verduras.

Bloquea la luz UV, es más resistente que el papel normal y se ha desarrollado a partir de bacterias y piel de naranja residual tras extraer la pectina.

El trabajo se publica en la revista científica ACS Applied Polymer Materials.

Proseal

La firma Proseal Australia presenta una solución premiada por la Australian Packaging and Processing Machinery Association (APPMA). Se trata de un envase también para fruta y verdura fabricado con pulpa de madera con film plástico de sellado. Con ello se consigue reducir el plástico en el envasado de fresas en un 96%. Es reciclable y compostable en condiciones domésticas.

Recool

Otra solución - novedosa, reciclable y compostable - es Recool, una conservadora hecha de papel reciclable y cera parafinada creado por la empresa Igloo. Es capaz de mantener hielo durante 12 horas.

Cascades Sonoco

Cascades Sonoco ha producido un material de envase para alimentos sostenible de papel y cartón con propiedades barrera, reciclables y compostables recubierto utilizando la tecnología de revestimiento a base de agua. Estos recubrimientos funcionales y de barrera están diseñados para reemplazar las aplicaciones no compostables que se utilizan tradicionalmente en el diseño de contenedores plegables para llevar de cartón.

Colpac para PizzaExpress

Los envases take away también son ejemplo de tendencia. La empresa Colpac ha creado potes de cartón, renovables y reciclables.

Se emplean para la venta de “crema de avena” con una variedad de sabores diferentes. Se comercializan como ZA, la marca de comida para llevar de PizzaExpress.

Totalmente aislado para mantener el calor del producto, los potes se pueden recalentar y su tapa tiene pequeños orificios para ventilación. Son una solución sostenible que el cliente puede reciclar fácilmente.

Potes de carton sostenibles para alimentos

Investigación, desarrollo e innovación en envases sostenibles

El centro tecnológico español AINIA tiene una línea de actividad en la valorización de residuos con componente lignocelulósico procedente de la industria alimentaria, para la obtención de productos de valor añadido como son las microfibras de celulosa.

Este material proporciona una mejora de las propiedades de resistencia y barrera a los envases.

Algunas reflexiones finales

Los envases de plástico se han convertido en un factor de contaminación. Afortunadamente existe una toma de conciencia por parte de los consumidores acerca de este daño y comienzan a exigir envases más sostenibles. En respuesta a esa demanda, las empresas productoras de alimentos, los fabricantes de materiales de envase y los institutos de investigación comienzan a ofrecer soluciones más amigables con el ambiente.

En los países “en desarrollo” estamos todavía más preocupados por poder comprar alimentos. Todavía, creo, no tomamos conciencia del impacto ambiental que encierran los envases de plásticos. Es bueno que los consumidores comenzamos a exigir a las empresas por envases más sostenibles. Lleva tiempo pero es la única manera de que se logre un cambio verdadero.